En un afán de superación, búsqueda de reconocimiento y algún ingreso económico, existe la opción para todo pintor de presentar tus obras a un concurso de pintura.
Ésta es otra faceta en la que, no tienes que ponerle demasiada carga emocional a lo que presentas, aunque no debes de dejar de pensar en positivo. No tienes que dejarte embriagar por el éxito cuando eres seleccionada y tampoco debes decepcionarte cuando tu obra es rechazada.
Todas tus emociones y sentimientos tienen que estar controlados y deben ser descargados en su justa medida porque en todo momento no puedes dejar de pensar que “tan solo es un concurso”.
Aquí te das cuenta que hay mucha, mucha gente que se dedica al mundo de la pintura, que son “muy buenos” y algunos de ellos ya son “muy conocidos”.
Presentar una obra a concurso es la otra cara de la pintura, tienes que adaptarte a unas bases, medidas de lienzo, plazo de tiempo, preparar una documentación, hay que embalar las obras, transportarlas, entregarlas, esperar, recogerlas...volver a embalar...y siempre expresar tu arte libremente, siendo fiel a tu estilo.
Fallo de Jurado VIII Edición Premio de Pintura"Delegación del Gobierno de Aragón"
Te preguntarás si todo esto compensa...te diré que hay que intentarlo, tan sólo el hecho de que una de tus obras esté seleccionada hace que sientas que alguien fuera de tu entorno valora lo que haces.
Versión "Les nymphéas"
de Claude Monet
Óleo sobre lienzo (55 x 46 cm)
Cuando Claude Monet llegó a París en 1859, no pudo emprender fácilmente su carrera artística, había unas normas establecidas, solo aquellos que presentaban sus obras a la exposición oficial del arte (El Salón Carré, una sala del Louvre), podían tener alguna oportunidad en el mercado francés.
La admisión en el Salón dependía de la decisión de los miembros de la Academia des Beaux-Arts, nombrados de por vida por el Estado y el requisito mínimo era haber cursado estudios en la École des Beaux- Arts estatal, los cuadros de impresionistas ilustres eran continuamente rechazados.
“Se trata de una banda que persigue un arte nuevo y revolucionario. Algunos de ellos poseen un talento innegable. Si concediésemos a su grupo una aprobación oficial (...) ello significaría la pérdida del arte en mayúsculas y la tradición” Argumento del jurado acerca de la recusación de cuadros impresionistas en el Salón.
Cuando en 1863 el jurado del Salón rechazó a más de 3.000 artistas y se produjeron enérgicas protestas por parte de los rechazados, el emperador Napoleón III, organizó una exposición de arte alternativa, el “Salón des Refusés” o el Salón de los Rechazados.
Difíciles tiempos para aquellos creadores calificados como “impresionistas”, que querían expresarse libremente, apartándose de los convencionalismos de la ciudad y la rigurosa moral, aquellos que no representaban paisajes sino su impresión de los paisajes, aquellos que pintaban la atmósfera y la belleza del ambiente del lugar en el que se encontraban.
Difíciles tiempos para presentar obras a concurso...
PARTIENDO DE CERO
Óleo sobre lienzo
100 x 100 cm
"Obra seleccionada en II concurso de Ozanam"