(Dibujo a lápiz,9 años
) No se cuando comenzó mi pasión por la pintura, creo que siempre ha formado parte de mí. Recuerdo a mi profesor de E.G.B. elogiar mis dibujos y decir a mis padres que tendría que ir a una academia de dibujo para aprender... yo también insistí durante años, pero era inviable. Participé a los 8 años en un concurso organizado por alguna entidad y fue seleccionado mi dibujo para ser expuesto, aún me acuerdo de los nervios que pasé cuando fui a verlo y lo que me costó encontrarlo...había infinidad de dibujos de un montón de niños y niñas.
Me presenté a los concursos de dibujo en las fiestas de mi pueblo y estuve ganando el primer premio durante los tres años que participé, aún hoy podría volver a dibujar cada uno de ellos, lo mejor fue uno de esos premios, una caja de madera con temperas!!!!!
(Plumilla con tinta china, 12 años)
Me gustaba tanto dibujar en la pizarra de clase que me quedaba en los recreos para llenarla toda entera de dibujos, era una maravilla, siempre me hacía la misma pregunta: ¿por qué en casa no hay pizarras en las paredes? Me hizo muchísima ilusión mi primera caja de plastidecor, tenían colores diferentes incluso plata y dorado. Sin saber que existían los pasteles, sacaba mina a los lápices de colores "Alpino" y pintaba con el polvillo que desprendían.
(Pintura con temperas, 11 años)
Obviando muchos recuerdos, en el año 98, me apunté a un curso que impartía Francisca Zamorano, una conocida pintora de arte contemporáneo, fue una muy grata experiencia y se potenció en mi esta pasión por el dibujo y la pintura, desde entonces no he dejado de aprender, de practicar, de empaparme de arte, de visitar museos de pintura por España, por Europa y por New York.
Que suerte y que lujo poder tener un Van Gogh delante, admirar un Vermeer, comentar un Dalí, elogiar un Velázquez, la osadía de copiar un Vettriano, de llorar delante de un O´Keefe, de emocionarte ante un Hopper... que suerte la mía poder disfrutar y amar la pintura.