MIS OBRAS

martes, 31 de agosto de 2010

EL COLOR DE LOS SUEÑOS


Todos los colores que quisieras imaginar incluso aquellos que quizás tus ojos no pueden percibir, puedes descubrirlos en los sueños. En esos momentos de ensoñación, tu mente procesa más allá de la realidad y es capaz de crear lo inimaginable.

Los sueños tienen infinidad de significados analizando sus imágenes, pero en el mundo onírico he leído que los colores también tiene su interpretación:

Amarillo:Significa confianza en si mismo y su capacidad
Morado: Cambios físicos, espirituales y mentales. Indica gran creatividad.
Marrón: En los sueños representa libertad, éxito, dinero y prosperidad
Negro: Aislamiento y un periodo de transición
Naranja: Pasión en cada aspecto de su vida,esperanza, amistad.Inquietud por conocer cosas nuevas
Rojo: Pasión y sensibilidad en sus relaciones afectivas.Necesidad de reflexión.
Verde: Crecimiento, madurez, independencia.
Azul: Superación de obstáculos y peligros.

Me gusta soñar en color, me siento cómoda y me despierto más relajada, rara vez sueño en blanco y negro, pero cuando así es, no son sueños que me gusten recordar, con estos colores el subconsciente me juega alguna mala pasada.
He soñado que soñaba, curiosamente los colores andaban entre veladuras; soñé repetidas veces con una misma circunstancia y el color se fué diluyendo; he tenido sueños tan reales, que el color y la luz no perdían su intensidad, pero lo mejor es disfrutar de un sueño hecho realidad, poder pintar y llenar el mundo de color.

Las pinturas en su esencia transmiten un mensaje, en esa labor artística muchos pintores de todos los tiempos y culturas han reflexionado sobre el mundo de los sueños, plasmando en sus obras los mensajes del subconsciente.

SALVADOR DALÍ, artífice del surrealismo influido por las teorías psicoanalistas del inconsciente, pintó visiones oníricas en un meticuloso estilo fotográfico.
Le caracteriza la provocación y su método “paranoico-crítico”.
Dalí lo describió como un “método espontáneo de conocimiento irracional basado en la objetividad crítica y sistemática de las asociaciones e interpretaciones de fenómenos delirantes”, este método era empleado en la creación de sus obras de arte, para lo cual el artista trataba de recrear aquellos procesos activos de la mente que suscitan imágenes de objetos que no existen en realidad.

Seguidor de las teorías de Freud, le atrajo la importancia del inconsciente como fuente inagotable de imágenes poéticas. Estaba convencido que el arte debía ser el resultado de las vivencias e inquietudes de cada autor. Se interesó por trasladar a sus lienzos sus turbaciones, su visión del mundo, sus sueños.
Su primera etapa surrealista es furiosa y ácida, las formas se alargan, se descomponen o resultan de apariencia equívoca, utilizando alusiones al sexo y a la paranoia.
También son característicos sus relojes blandos, sus altas y destacadas figuras sobre un lejano horizonte y las vistas de Cadaqués.
Mas adelante su estilo se hará más barroco, donde el sentido de la composición y del sacio es más clásico, pero siempre inquietante.
Su pintura, no cabe duda, resulta excepcional en sus calidades plásticas por la corrección en el dibujo y por la presencia de la luz, transparente y limpia.

El gran maestro SALVADOR DALÍ, pintor desaforado y perfeccionista, místico y narciso, quizás uno de los mayores pintores del siglo XX, se permitió el lujo de dejar libre su feraz imaginación, de crearse a si mismo, de convertir la irresponsabilidad provocativa no en una ética pero si en una estética; inquietante, desafiante y que hizo de los colores de sus sueños unas irrepetibles obras de arte.

EL COLOR DE LOS SUEÑOS

Óleo sobre lienzo

80 x 80 cm